IBARRA

- Localización:
- El cantón Ibarra se encuentra ubicado políticamente en la provincia de Imbabura, situada en la sierra norte del Ecuador entre las provincias de Pichincha, Carchi y Esmeraldas. Los limites del Cantón son al norte con la provincia del Carchi, al noroeste con la provincia de Esmeraldas, al oeste con los cantones Urcuqí, Antonio Ante y otavalo, al este con el cantón Pimampiro y al sur con la provincia de Pichincha.
Está constituida por cinco parroquias urbanas: San Francisco, El
Sagrario, Caranqui, Alpachaca y Priorato; y siente parroquias rurales: San
Antonio, La Esperanza, Angochagua, Ambuquí, Salinas, La Carolina y Lita cuenta
con 1.162.22 km2 de superficie
La provincia de Imbabura se encuentra dentro de dos grandes cuencas que
son las de los Ríos Mira y Esmeraldas. En Ibarra se identifican dos subcuencas,
la del Río Chorlaví y del Río Tahuando, las microcuencuas que corresponden al
río Tahuando son: La Rinconada, Cucho de Torres, Curiacu, Pungu Huayco y
algunos drenajes menores, las correspondientes al Río Chorlaví son drenajes
menores de quebradas (IGM, 2004; Modificado Narváez, H. 2005).
Ibarra y su área de influencia inmediata (La Esperanza y San Antonio)
cubre una superficie de 12.329 Has. La topografía del suelo corresponde a
pendientes que fluctúan entre el 5 y el 15% en las estribaciones del cerro
Imbabura. Existe una continuidad topográfica ascendente y los elementos
orográficos que se destacan son los cañones del río Ambi y Tahuando.
Ibarra, ciudad blanca a la que siempre se vuelve, capital de la
provincia de Imbabura. Está ubicada a 115 Km. al noroeste de Quito a 125 Km, al
sur de la ciudad de Tulcán, con una altitud de 2.225 m.s.n.m. Posee un clima
seco templado y agradable, y una temperatura promedio de 18°C.
- Fundación:
Fundada la Villa por el intrépido Capitán Don Cristóbal de Troya, por
mandato del Presidente de la Real Audiencia de Quito, Licenciado Don Miguel de
Ibarra, el 28 de Septiembre de 1606; elevada a categoría de Ciudad por Decreto
del inmortal Genio de Bolívar, que tanto y tanto la amó, expedido el día 2 de
noviembre de 1829; triunfante en las márgenes del histórico Tahuando, el 17 de
Julio de 1823, tres fechas magnas y gloriosas de esta española ciudad; tuvo
también su calvario, sangriento y doloroso, cruel y pavoroso, el 16 de Agosto
de 1868, cuando la naturaleza implacable, en movimiento sísmico tremendo y
espantoso, la sepultó despiadadamente en sus propios escombros, quedando bajo
éstos más de 20.000 víctimas que irremediablemente perecieron allí. Fue declara
como patrimonio Nacional el 20 junio del 1983.
- Nombre significativo:
Ibarra es conocida también en el país y en el mundo como “La ciudad
blanca”. Esto es común entre los ibarreños pero ¿sabemos por qué?
La historia. En un texto escrito por Juan Carlos
Morales Mejía comenta que en las épocas coloniales la ciudad era insalubre. Había mucho paludismo, al punto
que los curas agustinos, en el siglo XVIII, propusieron desecar la
laguna de Yahuarcocha y sembrar caña de azúcar. También está el hecho
–que tiene como asidero la leyenda- se refiere a una peste de bubónica,
que llegó allende el mar por carabela. Eso hizo –con las caleras de
Santo Domingo cerca- que la ciudad pintara sus casas de cal, como
miramos los árboles del parque Pedro Moncayo, pintarrajeados para que
los entre los bichos. Una versión, desde la literatura, la trae Roberto
Morales cuando afirma que fue a partir del texto de Gonzalo Zaldumbide,
ese portento (persona admirable) que es Égloga Trágica, donde por
primera ocasión se señala a la urbe como la Ciudad Blanca. Por eso
resulta por lo demás extrañas aquellas versiones que hablan de que los
españoles vinieron a fundar la Villa porque querían que la ciudad fuera
de los blancos, para separarse de los indígenas.
- Atractivos:
- Iglesia San Antonio de Ibarra
Antes de la batalla de Ibarra el 17 de julio de 1832 las tropas de
Agustín Agualongo se posesionaron de la iglesia y desde su torre vigilaban el
ingreso a la población en espera de las tropas de Bolívar, en 1911 las tropas
españolas convirtieron a la iglesia de san Antonio de Ibarra en cuartel para
sus tropas y desde allí presentaron batalla a las huestes de Carlos Montúfar
concluyendo con la captura del Coronel Francisco Calderón padre de Abdón
Calderón.
El templo actual de origen colonial es de estilo ecléctico, tradicional
y vernáculo. Perteneció a la doctrina de los franciscanos en el año de 1567, en
1603 se bendice la iglesia grande de San Antonio de Ibarra. Su estructura era
modesta, de adobe sus paredes y de paja su cubierta, esta fue destruida por el
terremoto de 1868. La nueva iglesia es levantada en el mismo solar de la
original hasta aproximadamente 1930. En el altar mayor reposa pintada sobre
piedra la imagen de Nuestra Señora de las Lajas, El Señor Resucitado que se
supone el rostro es del autor Sangurima y el resto del cuerpo de autor anónimo,
El Crucifijo del Señor en agonía de tamaño natural, Imagen de la Virgen del
Carmen de tamaño natura correspondiente a la Escuela Quiteña, una Cruz de plata
labrada, muestra del culto antiguo y pinturas de los siglos XIX y XX.
- La Catedral
Está ubicada en el Parque Pedro Moncayo de la ciudad, es una edificación
construida en piedra, que se distingue por su estilo romano que cuenta con
valiosas obras de arte de la Escuela Quiteña, retablos y altares tallados en
madera fina y recubierta con pan de oro.
La catedral tiene características románticas o eclécticas,
distinguiéndose la influencia neo-barroca en su diseño y funcionalidad.
El entorno guarda ciertos rasgos de la arquitectura tradicional de
finales del siglo XIX, como las calles empedradas y casas entejadas. Se añade
la presencia de ciertas construcciones modernas.
En el año de 1606, era una iglesia primitiva, de adobe y paja, que fue
reemplazada en 1672 por una construcción grande de cal y piedra labrada,
destruida por el terremoto de 1868. Monseñor Tomás Iturralde, obispo de Ibarra,
emprendió la tarea de reconstruir el templo a partir de 1872 gracias al apoyo
de Gabriel García Moreno Jefe Civil y Militar de la provincia.
La iglesia consta de tres naves y una media naranja sobre el altar
mayor. En su interior encontramos hermosos retablos propios de la época
colonial que fueron recuperados de las ruinas de la iglesia de la Compañía de
Jesús luego del terremoto de 1868. Son de estilo barroco y decorados con pan
oro.
El primer cuerpo de la fachada mantiene una simetría horizontal; en
tanto que el segundo pierde su proporción ya que forma una ventana de arco
rebajado para terminar el frontón con una figura circular de ojo de buey. En
sus extremos resaltan dos torres campanarios. Frente a la iglesia se destaca el
pretil que une la iglesia con la Capilla y Palacio Episcopal.
Entre las muestras relevantes que tiene la catedral se destaca la
sacristía que conserva una muestra de los escudos de los obispos. Encontramos
además esculturas y pinturas del siglo XIX, siendo las más importantes las
figuras de los apóstoles atribuidos a Rafael Troya. Hallamos esculturas de
Daniel Reyes como la Virgen Dolorosa; la imagen de San Miguel Arcángel del
siglo XVIII, obra de la Escuela Quiteña y que se encuentra en el altar mayor.
De él se dice que es una reconstrucción de la antigua efigie que había en la
iglesia colonial. También sobresale un baldaquino ubicado en la parte superior
del altar mayor y un calvario trabajado por César Montesdeoca.
En la catedral de Ibarra reposan los restos mortales de los obispos de
la Diócesis
- Iglesia de San Agustín
La arquitectura que rodea al templo, ubicado en el Parque Abdón Calderón
guarda un estilo arquitectónico homogéneo.
Su construcción se remonta al siglo XVII, en el año de 1873 y avanzó
hasta 1878 donde se la reconstruyó a causa del terremoto de 1868. Treinta años
mas tarde, año de 1935 se concluyó la obra.
Es de una sola nave, después del terremoto de 1868 fue la única iglesia
que mantuvo en pie sus paredes Arquitectónicamente conserva el estilo
tradicional sobre todo la línea recta, su fachada es de formas mixtas
sencillas, de estilo costumbrista propia del siglo XIX. Sus torres tienen
hornacinas y culminan en pirámides agujales, la fachada es de piedra labrada de
las canteras del Tahuando.
Al interior en el altar mayor se venera la imagen de nuestra señora de
la Consolación patrona de la orden de San Agustín en un extremo se encuadra la
imagen del Señor del Amor al que muchos le conocen con el nombre del Señor de
la Justicia. Es una réplica del cuadro que se encuadra en la iglesia de San
Agustín de Quito pero en bulto, no se conoce autor ni época de su elaboración.
Resaltan también las imágenes de San Joaquín, y Santa Ana padres de la
Virgen María y otra de Santa Mónica madre de San Agustín, estas imágenes son de
finales del siglo XIX, y en su mayoría se atribuyen a los talleres de los Hnos.
Reyes.
- Basílica la Dolorosa
De estilo neo romano y 25 años de construcción, posee dos enormes torres
y colosales campanarios, su altar mayor es tallado en madera de cedro, donde se
venera el cuadro de la Virgen Dolorosa. Fue reconstruida luego del terremoto de
1.987 y consta de una sola nave con cielo raso en forma de artesón, está
ubicada en la parroquia de San Francisco, en la calle Sucre y Liborio Madera. A
su alrededor podemos encontrar varios edificios modernos con oficinas
gubernamentales.
Piedra para la fachada y torre;
hormigón armado para las 2 cúpulas.
- Capilla Episcopal
La capilla se configura armónicamente en tres cuerpos: el primero aloja
en sus hornacinas ojivales las imágenes de Santa Marianita y Santa Teresa de
Jesús que fueron obras del escultor Daniel Reyes; el segundo se halla separado
por una faja de medallones circulares y arcadas en alto relieve en donde se
destacan las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, San Pedro y San Pablo; en
el tercero dominan las agujas piramidales de sección hexagonal que terminan en
pequeñas torres campanarios.
Tiene una sola nave y en su interior encontramos varias obras como el
Cristo crucificado, que se supone es de Tobías Reyes. Se halla custodiado por
los Arcángeles San Miguel y San Rafael, también del mismo autor, que fueron
entregados a la iglesia en el año de 1893. Construida a principios del siglo XX
año 1900
- Iglesia Santo Domingo
La Iglesia Santo Domingo está ubicada en la plazoleta Boyacá, data del
tiempo de la fundación de Ibarra, posee una hermosa fachada de piedra y en su
altar mayor se venera a la Virgen del Rosario, además exhibe una gran variedad
de obras pictóricas y esculturas de extraordinario valor artístico de la época,
enmarcadas con hermosos retablos de madera.
El estilo del templo se lo mantiene, y su conservación está a cargo de
la Orden de los Dominicos.
El primer convento se levantó en 1605, con el nombre de Recoleta de
Nuestra Señora de la Peña de Francia de Caranqui, esta fue destruida por el
fatal terremoto de 1868. El templo actual se reconstruye en 1915, bendecido e
inaugurado el 30 de septiembre de 1923.
Santo Domingo consta de una sola nave con crucero y arcos ojivales.
Tiene tres cuerpos, en el primer cuerpo de la fachada se destacan ocho columnas
dóricas con remate de piedra labrada y dos hornacinas que conservan las
imágenes de San Jacinto de Polonia y la Pastora.
El segundo, de menor altura con decoraciones geométricas, la ventana
central de medio punto, separa a dos hornacinas que alojan a las imágenes de
San Luís Beltrán y San Vicente. El tercer cuerpo compuesto por dos torres
campanarios y un tímpano en el cual sobresale la imponente imagen de Santo
Domingo.
El altar mayor, del artista Rafael Carranco, es presidido por la imagen
de la Virgen del Rosario, atribuida a Diego de Robles, y reconocida con
juramento público, como la Patrona de la Villa, a sus extremos le acompañan
Santo Domingo y San Francisco, posiblemente obras de Daniel Reyes.
- Ruinas del Inkawasi
En terreno de don Tobías Flores (calle La Huaca)
Muro Norte: 60 m de longitud, con un tramo destruido, equivalente al 50
%. La altura promedio es de 3.50 m y denota la presencia de varias hornacinas
limitadas en su parte superior por un dintel de una sola piedra.
Muro Este: 40 m de longitud. Tiene huellas de una puerta con jamba de
piedras labradas. La altura es de 3.10 m. Se encuentran también falsas ventanas
u hornacinas. Este muro mira al callejón La Huaca. Por las características
constructivas se deduce que este sitio albergaba varias edificaciones de
significativa importancia, puesto que fueron materia de interés para los
cronistas del siglo XVI.
- Laguna de Yahuarcocha
De origen glacial lleno de leyendas, ubicado a 3 km de Ibarra, donde
puede usted llegar caminando o en bus, su significado en lengua aborigen es
Lago de Sangre, porque aquí se llevó a cabo la batallla entre Incas y
Caranquis. Está rodeado por el autódromo internacional “José Tobar”, donde se
desarrollan las competencias válidas nacionales e internacionales.
- Ruta El Tren de la Libertad
Ruta que atravieza el bosque seco andino (Valle de Salinas), habitado
por el pueblo afroecuatoriano de Imbabura. Viajas por tren y recorres
aproximadamente 45 km atravezando plantaciones de caña de azúcar, túneles
labrados en roca y puentes.
En la estación de Salinas puedes visitar el Museo de la Sal (cómo
extraían la sal de la tierra) y sitios naturales como cascadas y ríos.
- El Valle del Chota
Pedazo de África encajado en los Andes, poblado por afro ecuatorianos,
de clima tropical, seco, cálido y saludable, con flora y fauna específica de la
zona. Esta ruta te ofrece rafting en el río Chota, artesanías (Máscaras de
arcilla), turismo comunitario y música bomba.
- San Antonio de Ibarra
La artesanía es una de las más importantes manifestaciones de la cultura
imbabureña. Hombres y mujeres manifiestan una singular predisposición para las
actividades manuales y no se equivocan quienes aseguran que ésta es una
provincia de artesanos. Expresión cultural y forma de vida de amplios sectores
enfocados en tres actividades: el tallado en madera, los bordados a mano, la
elaboración de máscaras. Hábiles talladores y singulares escultores han dado
fama a San Antonio de Ibarra desde cuando el legendario Daniel Reyes instaló su
primer taller a finales del siglo XIX y luego, con la creación, primero del
Liceo y, hoy, del Instituto Superior que lleva el nombre del promotor: Daniel
Reyes.
Visitar San Antonio, una pequeña población ubicada a cinco minutos al
sur de Ibarra, es alternar entre la emoción de admirar la belleza de las obras
artesanales y la sorpresa de descubrir, casi en cada silenciosa casa, un taller
de artesanos en los cuales mazos, formones, buriles, dan forma a la vieja
madera de nogal que se amontona a veces en los mismos portones de las
solariegas viviendas.
- Los helados de paila son una tradición en la ciudad de Ibarra desde 1896.
Son helados hechos con jugo de fruta. El proceso de elaboración de los
helados consiste en poner el jugo de fruta en una paila de bronce, que a su vez
reposa sobre una capa de hielo, sal en grano y paja para evitar que el hielo se
derrita.
La paila fue previamente curada hirviéndola por 3 días con polvo de
ceniza y naranja agria. Se gira la paila tantas veces como sea necesario para
provocar la congelación del jugo. Doña Rosalía Suárez es considerada una
pionera en la elaboración de los helados de paila en Ibarra. Su familia ha
continuado por cinco generaciones con este negocio.
Actualmente se vende helados de paila en todo el país, y el nombre de
Rosalía Suárez es conocido a nivel nacional e internacional. Los helados de
paila, aparte de ser un elemento identitario de Ibarra, son una pequeña
industria que da trabajo a varias familias.
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mapa de la ciudad de Ibarra |
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